Málaga, estrenada en Suiza, patria del autor, en 2010, es la primera obra teatral del novelista, dramaturgo y productor Lukas Bärfuss que llega a los escenarios españoles. Desde su estreno el 9 de marzo de 2012, en Avilés, la obra ha girado por varias ciudades de nuestra geografía hasta llegar al recientemente inaugurado “Teatro del Arte” (c/San Cosme y San Damián,3), un nuevo espacio escénico, que comenzó su andadura hace poco más de dos meses, una sala que ha prometido huir de las propuestas teatrales más convencionales.
Bärfuss, llega a Madrid precedido por el interés que ha despertado en la crítica europea y americana su mirada despiadada hacia el mundo de la pareja.
En Málaga un episodio anecdótico en la vida doméstica de unos padres separados, servirá al autor para analizar algunas de las claves que son comunes a muchas de las parejas actuales. Se pondrá de manifiesto el más que difícil equilibrio entre compromiso, responsabilidad y el deseo de alcanzar cuotas suficientes de libertad personal, además, de la dificultad de cumplir esa exigente tarea, tan de nuestro tiempo, que es la autorrealización.
El autor presenta a unos personajes a los que ha examinado inmisericordemente con la pericia de un diligente juez instructor. Hace una descripción minuciosa de sus circunstancias, mostrando con descarnada crudeza sus motivaciones, sus prioridades, sus debilidades y sus tretas para culpabilizar al otro, en un entorno donde el chantaje emocional es la mejor estrategia para evitar asumir la propia responsabilidad. Sin embargo, deja que sea el espectador el que dicte la sentencia absolutoria o el que finalmente los condene por sus actos y omisiones.
Para facilitar esta implicación del espectador en la valoración moral del conflicto que plantea la obra el final es abierto. En mi opinión, es un recurso acertado que, a pesar de que pueda dejar con cierta sensación de coitus interruptus, nos conmina a sacar nuestras propias conclusiones, a reflexionar sobre la culpa, la responsabilidad y el egoísmo en el entorno de la pareja y de la familia. Y también, quiero pensar, que nos incita a valorar cuánto de Vera y de Michael existe en nuestras propias existencias.
El elenco está formado por Ana Wagener en el papel de Vera, Roberto Enríquez como Michael y Críspulo Cabezas como Alex y la dirección es de Aitana Galán.
Ana Wagener, a la que pudimos ver recientemente en La Anarquista en el Teatro Español resulta en esta propuesta mucho más convincente que en el montaje de la obra de Mamet. Está especialmente acertada en la segunda parte, justo cuando el giro dramático de la trama hace que las exigencias del papel sean mayores. Roberto Enríquez, que ya había compartido escenario con Ana Wagener en 19:30 de Patxi Amezcua, está totalmente acertado en todos los registros: irónico, agresivo, conciliador, chantajedor, comprensivo, cínico, despegado, moralista, egoista, etc. Una interpretación casi siempre contenida, pero riquísima de matices, que no flaquea en ningún momento, solvente de principio a fin. Realmente apetece que este actor, tan indispensable hoy en día en cine y televisión, se prodigue mucho más en teatro.
Críspulo Cabezas como el inestable Álex completa este afortunado reparto. Su personaje, que camina por la delgada línea que separa la insolencia juvenil del trastorno adaptativo, es un tipo cuyo universo mental nos intriga aunque también intuyamos cierta amenaza de qué es lo que podemos encontrar en su interior. En la construcción del personaje se ha huido del perfil de joven marginal que Críspulo ha bordado en otras ocasiones, lo que da mayor riqueza a este trabajo. El personaje resulta muy verosímil a pesar de que, por edad, el actor está ya un poco distante de la pretendida adolescencia de Álex.
Por supuesto, no se escapa al espectador que esta maquinaria interpretativa funciona correctamente gracias a la acertada dirección de Aitana Galán que, en su propuesta, ha sabido transmitir la mirada analítica de Bärfuss aderezada con breves momentos de intensa emotividad.
Una función muy recomendable por el placer de descubrir un autor inédito en nuestros teatros, también por disfrutar de la excelente interpretación de tres grandes actores con una muy acertada dirección y, por último, por la oportunidad de conocer una sala que nos promete muchas satisfacciones escénicas.
Reparto:
Vera: Ana Wagener
Michael: Roberto Enríquez
Álex: Críspulo Cabezas
Dirección:
Aitana Galán