Crónica de «La piedra oscura» de Alberto Conejero

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[Actualizado el día 26 de abril de 2016]

Galardonada en los Premios MAX

Mejor Espectáculo de Teatro
Mejor autoría teatral (Alberto Conejero)
Mejor dirección de escena (Pablo Messiez)
Mejor diseño espacio escénico (Elisa Sanz)
Mejor diseño iluminación (Paloma Parra)


La disciplina que conocemos como historia no es otra cosa que una megaestructura mental de unas dimensiones tan colosales que suele resultar ininteligible. Es un edificio formidable construido por miles de estancias. Para entenderlo tendríamos que caminar esos inabarcables pasillos abriendo cada una de las puertas para poder desgranar así la miríada de voces que constituyen el eco de fondo del pasado.

Tal vez, por esta enorme dificultad para entender lo que nos quieren decir los libros de historia sobre el horror de la guerra, estas siguen sucediéndose. Al terror de una contienda le sigue un gran olvido amortajado con una atroz cantidad de inútiles datos estadísticos. Las más de las veces se intentará explicar lo sucedido con el grosero argumento de los buenos y los malos, simplificando de esta manera el demoledor efecto de la maquinaria bélica en la vida de los seres que lo padecieron.

El teatro puede –debe– ser una herramienta para educarnos en la paz. El teatro, que debe poner su foco en el ser humano, y que debe utilizar en su discurso la medida de las magnitudes humanas, puede expresar, mejor que cualquier grueso volumen o sesudo ensayo, la derrota que supone siempre una guerra. Después de muchas décadas de teatro al servicio de los bandos, causa a la vez consuelo y esperanza que nuevas dramaturgias estén tomando, por fin, el partido del ser humano. Si hace unos meses Nao d’amores presentaba en Segovia su emotiva y humanista Penal de Ocaña, ahora recibimos el inesperado regalo de este nuevo montaje que consigue abordar el complejísimo enfrentamiento desde la perspectiva de dos personajes sencillos.

la piedraLa piedra oscura, maravilloso texto que firma Alberto Conejero, (Premio Ceres 2015 al Mejor Autor teatral) es un excelente ejemplo del poder del teatro para explicar que en una guerra la bondad no se concentra en ningún bando, sino que se retira a unos escogidos reservorios que se encuentran en el corazón de muy pocos hombres buenos. El texto, de una abrumadora sutileza emocional, nos presenta a dos seres humanos sobre cuyos hombros inocentes se ha instalado el peso del retorcido y complejo andamiaje de un conflicto civil. Un encuentro insólito en la íntima brevedad del vórtice de un torbellino que irremediablemente está a punto de devorarlos. Y aun así, en la difícil tesitura del momento extremo, los dos son capaces de vencer a la sinrazón de la guerra inundando todo con la luz de su gigantesca humanidad.

De este montaje, que sin duda va ser uno de las mejores producciones españolas de los últimos tiempos, se podrían cantar la alabanzas ya por todos conocidas: Se vendió toda la taquilla en apenas unos días hasta el punto de que el Centro Dramático Nacional excepcionalmente abrió de manera anticipada la venta para la segunda temporada (que también se agotó rapidamente); ha recibido los más exaltados –y merecidos– elogios por parte de público y crítica e incluso, en tiempo récord, ha sobrepasado nuestras fronteras ya que fue presentadaa –en ruso– con otros actores y dirección del propio Messiez, en el Teatro del Arte de Moscú y el montaje del CDN viajó a Londres con motivo del III Festival de teatro español en esa ciudad. En noviembre de 2015 una nueva producción –en griego– será estrenada en el teatro Kibotós de Atenas con dirección de Constantinos Aspiotis.

Por supuesto, este pequeño gran terremoto en la escena madrileña y española se debe a una felicísima conjunción de elementos:

Por un lado, la enorme calidad del texto de Alberto Conejero que, tras el éxito recientemente cosechado con Cliff (Acantilado) –en cartel en Nave 73 con una magnífica nueva producción– con este nuevo texto revalida de forma incontestable su posición de adelantado dentro del panorama de los nuevos dramaturgos españoles.

Por otro lado, la maravillosamente desmesurada sensibilidad de la dirección a cargo del actor, director y autor hispano-argentino, Pablo Messiez, cuyo singular talento para explorar los más bellos recovecos del alma humana ya quedó demostrado, entre otros, en dos bellísimos textos de su autoría: Los ojos y Muda.

Destacadísimas las interpretaciones de Daniel Grao como un Rafael Rodríguez Rapún, intentado en su última hora quela piedra2 los papeles del poeta de Fuente Vaqueros sean preservados para una España que intuye habrá de venir, y la del jovencísimo Nacho Sánchez, en el papel de Sebastián, el soldado que custodia a Rafael, cuya mirada espantada refleja más allá de cualquier palabra el estupor que le produce la cruel lógica de la guerra que es incapaz de comprender.

Por último, hay que poner en valor todos aspectos técnicos que suman a lo anteriormente dicho: Una escenografía sencilla y potente que nos traslada a un estado emocional desesperante, una iluminación acertada que ayuda a subrayar la intimidad del encuentro que se está produciendo, vestuario, espacio sonoro, etc.

En resumen, no se trata de un montaje que recomiende ver, se trata de un montaje sencillamente imprescindible desde el punto de lo que está ocurriendo en el teatro español y, más importante todavía, por el magnífico y necesario mensaje de consuelo, de hermandad y de reparación que tanta falta sigue haciendo en esta España nuestra siempre atribulada.


PRÓXIMAS FECHAS:

A partir del día 7 de septiembre de 2016 en Teatro Galileo de Madrid


FICHA: 

Dramaturgia: Alberto Conejerola-piedra-oscura-cartel

Dirección: Pablo Messiez

REPARTO
Rafael: Daniel Grao
Sebastian: Nacho Sánchez

EQUIPO 
Escenografía y vestuario: Elisa Sanz
Iluminación: Paloma Parra
Coordinación musical: Ana Villa, Juanjo Valmorisco
Dirección de producción: Nadia Corral
Producción ejecutiva: Jair Souza-Ferreira
Director técnico: Matías Carbia
Ayudante de producción: Sara Brogueras
Diseño cartel: Isidro Ferrer
Fotos: marcosGpunto
Coproducción: Centro Dramático Nacional y LAZONA
Distribución: Clara Pérez
Realización de Escenografía: Mambo Decorados / Sfumato
Ayudante de escenografía y vestuario: Mónica Boromello
Meritorio de dirección: David Castillo
Ayudante de dirección: Javier L. Patiño

Coproducción: Centro Dramático Nacional y LAZONA

Crónica de «Elegy» de Douglas Rintoul

elegy_web2Hace apenas unos días –enero 2015– las agencias de información de todo el mundo cubrían una atroz ejecución que había tenido lugar en la zona de Irak ocupada por el Estado Islámico: Un joven homosexual era arrojado desde lo alto de un edificio por haber realizado las prácticas de «la gente de Lot», el eufemismo bíblico con el que los fundamentalistas evitan ensuciarse usando el término nefando, es decir, la «sodomía».

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Desafortunadamente, lejos de representar un hecho aislado, las persecuciones y coacciones hacia los homosexuales son frecuentes en el Irak posinvasión y en otras latitudes del orbe islámico debido al auge de movimientos radicales.

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© Bradley Secker Kütmaan Project

El joven fotoperiodista británico residente en Estambul Bradley Secker  realizó una serie de entrevistas a musulmanes homosexuales iraquíes refugiados en Siria, trabajo que le valió el Pride Photo Award 2011 en la categoría «Temas de actualidad». De este material –un verdadero caleidoscopio de recuerdos, miedos e ilusiones– se nutrirían el director y dramaturgo Douglas Rintoul y el actor Jamie Bradley para crear una idea original que luego desarrollaría Rintoul en un emotivo mosaico de historias con el común denominador del estigma, la persecución y el exilio. Un único personaje, encarnado por Andrés Requejo, aglutinará todas esas voces en un desgarrador soliloquio enunciado en  primera persona que, a pesar de su intimidad con la tragedia, resulta también luminoso por la gran ternura y el irrenunciable amor a la vida que desborda el relato del protagonista.

El estreno británico de la obra tuvo lugar en el Quarterhouse de Folkestone, ciudad sede de Transport Theatre, la compañía de la que el propio Rintoul. es director artístico, y que en coproducción con la compañía a summerday puso en pie el montaje. Poco después acudió a la edición de 2011 del Edinburgh Fringe Festival. En aquella  ocasión la propuesta recibió una nominación al Fringe First. En 2012 viajó al Theatre503 de Londres y en 2013 recibió el Royal National Theatre Foundation Playwright Award al mejor texto. Durante 2015 el montaje británico visitará el Vault Festival de Londres y el Pink Festival de Brighton. A finales de 2014 Elegy conoció su estreno español en Nave 73.

A priori uno podría pensar que conectar con una historia tan dura, que además versa sobre eventos y realidades tan alejadas de nuestro día a día, podría resultar una empresa algo ardua y, sin embargo, esto no ocurre porque el texto se ofrece en el universal estilo del contador de historias y porque está tan lleno del lenguaje de las cosas que interesan a lo humano: familia, amistad, amor, esperanzas, miedo, paisajes, etc., que el espectador reconoce las emociones descritas no como cercanas sino como propias.

El texto rezuma un lirismo exquisito que ha sido preservado gracias a una hermosa traducción a cargo del propio Andrés Requejo. Este lirismo se potencia en virtud a unas acertadas pautas de dirección, a cargo de Carlos Alonso Callero, orientadas a que el actor no se envilezca en el siempre exasperante camino de lo ultradramático. Todo lo contrario, haciendo bueno el adagio de «menos es más» Requejo conmueve a la audiencia gracias a una inteligente contención –y supuesto distanciamiento emocional– que deja desarmado a un espectador que, casi sin darse cuenta, se ve atrapado en una vorágine de emociones.

La escueta, pero simbólica escenografía de Matías Carbia: una silla y una bolsa que en un primer momento ejercen de verdaderos Arma Christi pero que transmutarán a lo largo del relato evocando otros objetos y otros usos, otorgan al espacio escénico una potencia sobrecogedora. Los demás elementos como el movimiento escénico de Fredeswinda Gijón y el espacio sonoro de David Good suman a este proyecto elementos que perfeccionan un montaje redondo.

Intentar estar al cabo toda la programación teatral de Madrid genera no poca frustración para los que nos consideramos «teatrófagos» –neologismo creado por José Antonio Alba (Enunentreacto)–, porque la oferta es muy variada, el talento abundante y el deseo de no dejar pasar un montaje especial es siempre constante. Por eso es doblemente reconfortante cuando asistimos a una de esas funciones bendecidas con una lluvia de aciertos. Una de esas funciones en las que apenas roto el oscuro inicial, el espectador se estremece con el silencio expectante y respetuoso que inunda la sala y entiende que, una vez más, se ha producido el milagro de que un actor solo consiga transportar a todo un auditorio a un paisaje emocional diferente hablando de las vidas de otros para, en realidad, hacerles reflexionar sobre sus propias vidas.

Después de los atentados de París, en un momento en que las voces xenófobas se alzan en Europa, necesitamos textos como esta «Elegía». trabajos que nos den la perspectiva necesaria para diferenciar a las víctimas de los verdugos y para poder aprender a recibir con brazos acogedores a aquellos que han conseguido escapar de la persecución de los intolerantes.


FICHA ARTÍSTICAElegy

DIRECCIÓN Carlos Alonso Callero

INTÉRPRETE Andrés Requejo

ESPACIO SONORO Y MÚSICA ORIGINAL David Good

MOVIMIENTO ESCÉNICO Fredeswinda Gijón

DISEÑO DE LUCES Y GRAFISMOS Marta Cofrade

ESCENOGRAFÍA Matías Carbia


FUNCIÓN ESPECIAL

Fecha: El 28 de junio en el Matadero. Sala Fernando Arrabal.

En el marco del Día Mundial de las Personas Refugiadas (20 de junio), la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) y el equipo artístico de Elegy se unen para visibilizar la persecución que sufren miles de personas en todo el mundo por su orientación sexual e identidad de género, y que las obliga a salir huyendo de su país en busca de protección y refugio. Esta actividad es posible gracias a la colaboración desinteresada del equipo artístico de Elegy, Ayuntamiento de Madrid y Naves del Español-Matadero Madrid.

ENTRADAS:

Para asistir a la función, contacta con CEAR en colabora@cear.es o 915980535