Al Pacino como Mickey Ross y Christopher Denham como Carson
Aunque el regreso a los escenarios de grandes actores siempre provoca expectación y simpatía, el incontestable carisma de Al Pacino (75 años) no ha sido suficiente para neutralizar las numerosas polémicas que están surgiendo con motivo de su nuevo trabajo en Broadway (como protagonista en la última obra de David Mamet «China Doll»). Y es que parece que este montaje ha nacido un poco gafado.
David Mamet escribió este texto pensando en Al Pacino. Esta será la cuarta colaboración de estos dos titanes de la escena. A pesar de que se programaron un número suficiente de pases previos (comenzaron el 21 de octubre de 2015) el estreno, previsto para el 19 de noviembre de 2015 en el Gerald Schoenfeld Theatre de Nueva York, tuvo que ser pospuesto, según un comunicado de los productores a la Associated Press, «para permitir al equipo creativo un tiempo extra de trabajo en la obra antes de su estreno mundial». La nueva fecha prevista para el estreno en Broadway es el 4 de diciembre.
Las primeras críticas que han salido de esas previas no son nada halagüeñas: Por un lado, ha trascendido que Al Pacino está teniendo bastantes problemas para aprender su papel, lo que ha obligado a los productores del montaje a echarle una mano con un «pinganillo» y con un equipo de hasta siete teleapuntadores estratégicamente situados en la sala. También se han filtrado encontronazos entre Pacino y la directora del montaje, Pam MacKinnon, del tipo «¡No soy tu jodido muñeco, Pam!» cuando la directora (galardonada en 2013 con un Tony por su trabajo en ¿Quién teme a Virgina Woolf?) intentaba darle unas indicaciones.
Con todo, lo peor es que la respuesta del público tampoco ha sido buena: Michael Riedel, el crítico teatral del The New York Post la ha calificado como una «nueva obra horrible» o «Sin lugar a dudas, China Doll se puede definir, usando la terminología del propio Mamet, como un jodido desastre. Y nadie es más consciente de eso que Al Pacino». Con respecto a la reacción del público añade: «El éxodo en el intermedio es casi una estampida».
Parece ser que esta huida ha llegado incluso al autor, David Mamet, quien, tras asistir a dos ensayos de vestuario y la primera previa, huyo a California dejando a una apocada directora sin ánimo de enfrentarse a la leyenda.
Sea cual sea el resultado de este montaje, podría suponer un nuevo fracaso en Broadway de Mamet –ya debe ir por el séptimo–, tras el desastroso resultado de The Anarchist [La anarquista] retirada de la cartelera apenas una semana después del estreno. En cualquier caso, una mala crítica no tiene por qué augurar un fracaso en taquilla. En el 2012, el mismo equipo de producción y los mismos protagonistas, David Mamet como autor y Al Pacino como protagonista hicieron una muy buena taquilla con la reposición en Broadway de Glengarry Glen Ross [Éxito a cualquier precio], a pesar de las gélida acogida de la crítica.
Lo que está claro es que, Al Pacino será siempre uno de los imprescindibles, un actor de referencia. He traducido esta entrevista que le han hecho recientemente en la que habla de algunas claves de su carrera y muy especialmente del impacto en su vida artística que tuvieron los montajes de la legendaria compañía neoyorquina The Living Theatre.
China Doll [Muñeca de porcelana] es una obra sobre un millonario, su joven prometida y un jet privado. El hombre acaba de comprar un nuevo jet como regalo de bodas para su novia. Pretende retirarse parcialmente para disfrutar de la v ida. Cuando le está dando las últimas instrucciones a su joven asistente decide atender una última llamada telefónica…
Actualización después del estreno del 4 de diciembre 2015
Extractos de la crítica de Alexis Soloski para The Guardian
«Fracasa el atormentado mano a mano de Mamet y Al Pacino»
El tradicional estilo de león quejumbroso de Al Pacino consigue atraer al público, a pesar de que el actor se ve obligado a repetir todos sus tics en esta mediocre entrega de Mamet para Broadway.
«Da igual lo que cobre, creo que es justo decir que Christopher Denham es el actor peor pagado de Broadway. Mr. Denham –un hombre joven a quien le deseo un sistema nervioso muy resistente– es uno de los dos actores del reparto de ‘China Doll’ de la flácida nueva obra de Mamet…
Y luego esta –pausa para un silencio ominoso– Al Pacino. Ahora, imaginen, por favor, algunos efectos de sonido tipo tizas chirriando en incontables pizarras, y el goteo incesante de un grifo mal cerrado. Pues a eso tiene que enfrentarse Mr. Denham noche tras noche».
Supongo que no descubro nada si, a estas alturas, -por problemas de agenda no había podido ir antes- comparto que Las heridas del viento de Juan Carlos Rubio es de lo mejor que se puede ver en la presente oferta escénica madrileña.
El texto, que se estrenó en 2005 en Miami, y que, desde entonces, se ha montado con gran éxito en multitud de países y en diferentes ciudades españolas, es un brillante ejercicio de inmersión a pulmón en las agitadas aguas del siempre embravecido océano de la atracción, los afectos y el amor, -sobre todo, en su versión más turbulenta: la del amor no suficientemente correspondido-.
Una propuesta de temática básicamente emocional que, sin embargo, no está exenta de razonadas reflexiones sobre las opciones vitales en materia de la gestión de los sentimientos; sobre la sana ironía con que la vida nos premia cuando conseguimos ver las cosas desde cierta perspectiva temporal y sobre el inagotable tema de las oportunidades perdidas. Todo ello regado con buenas dosis de humor cómplice e inteligente que hacen que la función no pierda su pellizco sentimental sin caer en dramatismos demasiado opresivos.
En esta feliz ocasión el texto está soberbiamente defendido por dos grandes actores. Por un lado, la fuera de serie Kiti Mánver, absolutamente impecable pilotando una nave que transporta al público por aguas de sorpresa, empatía, emoción, sonrisas y asumida nostalgia, -vamos, la materia misma de la que está hecha la vida-, todo con unas dosis de verdad y de profesionalidad superlativas. El personaje que representa Kiti nos enseña que, en la pujante ambición de la juventud, las zambullidas se hacen con la intención de encontrar perlas incandescentes y corales de fuego, pero, pasado el tiempo, con la templanza que dan la edad y una vez contrastada la pertinaz escasez de perlas y corales, uno termina sumergiéndose para sentir, al menos una vez más, el corazón desbocarse por la emoción del propio salto, aunque se sepa que, ese martilleo en el pecho y cierto regusto salado en los labios, son los únicos «tesoros» que va a proporcionarnos la experiencia.
A su lado Dani Muriel supera el difícil reto de compartir la balsa de náufrago con un elefante interpretativo de la talla de la gran Kiti. Su papel, bien defendido, será el detonante de la trama y su personaje, a pesar de su juventud, ya muestra el efecto de esas heridas aéreas a las que hace mención el título de la obra. Cooperador necesario de este gran montaje, le veremos evolucionar desde el hijo intrigado que desea descubrir el significado de un inesperado hallazgo entre los objetos personales de su recién fallecido padre hacia el hombre adulto que comienza a descubrirse cicatrices en la piel.
En fin, un montaje absolutamente recomendable tanto por el texto como por la eficacia interpretativa que podremos ver en, la cada vez más interesante, programación Off del Teatro Lara.
Autor y Director: Juan Carlos Rubio
Reparto: Kiti Mánver y Dani Muriel
Ayudante de dirección: Chus Martínez Diseño de luces: José Manuel Guerra Vestuario: Guadalupe Valero // Félix Ramiro Fotografía cartel: Sergio Parra Maquillaje y peluquería cartel:Yosuah Barea Producción: Tal y Cual Producciones SL Web:lasheridasdelviento.com